Capi 11 xD

Huida (Segunda Parte)

Londres

La mansión era inmensa, Londres tenía estructuras imponentes pero esta era verdaderamente majestuosa, a Meredith siempre le había gustado el sitio, la hacía sentirse poderosa pero este no era su lugar, este había sido el hogar de Rose… La casa de los Mystical, por sangre los más poderosos y por eso ella la repudiaba.

- Si… Lo sé! Por eso no te preocupes no le va a pasar nada… No, pero si la voy a hacer pagar cuando la encuentre, a lo mejor en el momento o bajo tu supervisión pero igual va a arrepentirse por haberme hechizado – Respondió Meredith a la otra persona en el celular.

- Mira estoy un poco ocupada, si, mamá estoy buscando… así que hablamos luego… ¡No te prometo nada! … Ups… lo siento ya no te escucho, creo que no tengo señal, te llamo luego – Meredith colgó la llamada con una mueca de fastidio.

- El señor dice que ya puede pasar, tercera puerta a la izquierda – dijo un tipo enorme con lentes, traje oscuro y un auricular de goma sobresaliendo de la oreja derecha.

- Gracias muñeco – Le dijo Meredith a la vez que le colocaba una mano en pecho y sonreía insinuante. No pudo estar segura pero creyó ver que el hombre rodaba los ojos tras los lentes oscuros. Hizo un puchero y alejándose de él se dirigió a donde le indicó.

- Anthony… Querido, ¡tanto tiempo sin verte! – Exclamó Meredith al abrir la puerta y encontrar al hombre tras el escritorio con gesto cínico.

- Al grano Meredith… No estamos aquí para tomar el té así que mantén tus modales y no me trates como a uno de tu generación – Dijo Anthony irritado.

- Uyy pero que sensibles que estamos… Pero déjame que te recuerde que tú en el escenario mágico ya no eres nadie,  así que no trates de mangonearme, te trataré como un igual porque es lo que eres. Lo único que te mantiene como uno del consejo es tu apellido porque el poder ya no lo posees – dijo Meredith cortante.

- Si está bien… pero aún así no puedes venir a irrespetar a un alto miembro del concejo y harías bien en recordarlo – Respondió aún más tajante que ella.

- Bien… A lo que vinimos entonces “Señor” – Respondió Meredith sin ningún respeto en la voz.

Entraron a una habitación contigua, las paredes, el piso y el techo estaban pintados de negro… En el centro había un círculo ceremonial con velas grises y negras formándolo. Meredith dio una media sonrisa al presenciar el escenario, aunque esto era magia negra ella ya había hecho uso de ella en más de una ocasión y por como la miraba Anthony él ya lo había adivinado.

- ¿Qué debo hacer? – Preguntó fingiendo inocencia.

Se escuchó la risa aguda y amarga de Anthony…

- No seas ridícula Prince… Podrás enmascararlo muy bien en tu aura pero para alguien que ha estado mucho tiempo en estas andanzas – dijo señalando la habitación - apestas a magia negra – Argumentó Anthony.

Ella lo miró con los ojos entrecerrados… alzó una ceja retándolo a repetirlo. Anthony encogió los hombros restándole importancia a ese hecho, después de todo ese método es el que iban a usar y era obvio que él conocía bien el arte.

Ella lo miró nuevamente expectante…

- No voy a repetirlo Prince… Sabes que hay que hacer para el inicio del ritual, después yo te guiare – Dijo Antonhy.

Meredith gruñó, recitó unas palabras y entró al círculo sin mayor indicio que un chisporroteo de humo que salió de las velas que formaban el círculo. Una vez dentro tomó una vasija que se encontraba en el suelo y  dibujó con la ceniza de su interior un pentagrama en su frente en un movimiento fluido como si fuera cuestión de rutina, luego tomó más de la ceniza y lo esparció en un círculo más pequeño que la rodeó.

- Asegúrate de tener el catalizador del hechizo contigo – Agregó Anthony mientras que con una daga se hizo un corte en la palma de la mano, apretó la herida e hizo que la sangre manara mientras dejaba pequeños charcos de ella en cuatro puntos alrededor del círculo de velas en el que estaba Meredith.

Meredith cerró los ojos y empezó a recitar nuevamente:

- Poder que me perteneces

extiende tu manto

absorbe la oscuridad

Y con ella el poder

que aún propio te es negado -

La sangre fue absorbida del piso como si de una esponja se tratara. La respiración de Meredith se hizo agitada y sus ojos adquirieron un aspecto borroso. Anthony la miraba con los ojos entrecerrados, era obvio que sabía mucho más de lo que incluso, a través de su falsa inocencia, él creía vislumbrar a través de su aura y él lo sabía por los hilos negros que salían del suelo y se adherían a su alrededor cual raíces, eso solo podía verse en alguien que abusaba del poder prestado de la oscuridad.

- Toma el catalizador que usaras para encontrar al hechicero – Ordenó Anthony.

Meredith  sacó una esclava que debía de pertenecerle a Ethan.

- Ahora repite después de mí – Dijo con voz suave pero firme –

- Encontraré a quien se esconde por medio de esta ancla física

Destruiré barreras para obtener lo que busco

 Veré por sus ojos hasta encontrar mi objetivo –

Meredith repitió las palabras, unos segundos después gotas de sudor se deslizaban por su frente, un minuto después se tensó y tuvo un asalto de repetidos estremecimientos.

– Mierda - … Dijo respirando entrecortada sin abrir los ojos. – Nadie en esa casa es inferior… Todos tienen una mente muy fuerte o tienen magia de sobra dentro de ellos. Maldición esto no va a funcionar – Dijo Meredith gruñendo.

- Si va a funcionar Prince – Dijo Anthony con voz calma - ¿Suele rendirte a la primera? … Eso explica porque el hechicero no está interesado en usted –

Meredith se llenó de rabia y estaba a punto de romper su concentración abriendo los ojos… pero antes de que pudiera replicar volvió a escuchar la voz del hechicero.

- Trata con el siguiente hechizo – dijo

- El alma más joven, la mente más débil, el corazón más puro

se rendirá ante la demanda de mi hechizo

oscuro es este encanto, oscuro el poder que me inspira

tú serás mi andar, yo seré quien te impulse y vea a través de ti -

Meredith repitió las palabras sin poder detenerse y sintió como el poder fluía a través de ella. Abrió los ojos y estaba sobre su espalda viendo el techo, se sentó y observó sus pequeñas piernas y manos… Era un niño, estaba viendo por el cuerpo de un niño… Salió de la habitación y se reflejó en un espejo, era un niño, Meredith sintió curiosidad de quien era, lo reconoció de la casa de Ethan, pero no pudo indagar, no tenía mucho tiempo cuando se trataba de la magia negra, era muy engañosa.

Bajó las escaleras y no se encontró a nadie, escucho voces en la cocina pero las ignoró y se dirigió a la que debía ser la puerta principal, salió y empezó a buscar algún cartel con el nombre de la calle, divisó un cartel que decía “Headington, avenida Mapfre 05, calle 15”. – Bingo – Se dijo internamente y caminó hasta el medio de la calle quedándose parada ahí. Ya se sentía débil, pronto tendría que abandonar el cuerpo.

- Pero antes de irme, este niño va a tener un pequeño accidente por jugar en el medio de la calle, ¡Que padres tan irresponsable! – Exclamó Meredith estando aún en el cuerpo de Andrew.

Headington (Suburbio en Oxford)  – Casa de Georgina –

Eran las 7:30 de la mañana, Nicole  se movió con mucho cuidado tratando de no hacer ruido mientras cerraba la puerta de la habitación de Andrew que aún continuaba dormido, bajó las escaleras y vio a Aaron sentado en el sofá viendo “Vampire Diaries” ¿Cuan cínico podría ser eso?, pasó de largo recuperando su primer objetivo, abrió la nevera y observó lo que había, quería ayudar a su hermana pero definitivamente no iba a llegar a ningún lado, ella no sabía cocinar. Ni al caso toda su vida se ha pagado todo con su dinero y la comida no era una excepción. Lo que le recordaba que no tenía nada de dinero y no había llamado al banco para cancelar sus tarjetas cuando perdió la cartera en el callejón ¿Por qué la había perdido no?

Se volteó y jadeó sofocando un grito cuando vio a Aaron reclinado en la puerta de la cocina…

- Como no quieres que me la pase gritando si no esperas ni 15 minutos entre susto y susto para sobresaltarme a muerte ¡por Dios pareces un fantasma! – Gritó cuando pudo recobrar el aliento. Aaron le sonrió como un niño inocente.

- Nena, nena, nena… respóndeme algo ¿Estas bajo medicación? – Dijo Aaron aunque claro que sabía que ella no lo estaba, cuando tuvo el placer de saborear su sangre había sabido un montón de cosas sobre ella, fue muy extraño. Nunca le había pasado con nadie del que hubiera bebido antes… Él sabía que Nicole tomaba de vez en cuando, siempre entre vino, champagne y vodka, que se drogó una vez en su vida, que tomaba de vez en cuando pastillas para dormir, que era asmática y solo se medicaba cuando estaba muy agitada, esas y muchas otras cosas más. Pero no iba a desaprovechar la oportunidad de irritarla, consideraba que se veía muy sexy cuando se ponía así.

- No seas idiota… Arggg… Eres demasiado insoportable, ni si quiera sé por qué te mantienes aquí, ¡por qué te mantengo aquí! – Escupió Nicole furibunda.

- Sehh creo que es momento de tu pastilla dulzura – Dijo Aaron bromeando – Y sobre lo otro, creo que me mantienes aquí porque aunque sea muy extraño confías en mí, te sientes especialmente atraída hacia mí, sabes que voy a protegerte y deseas a alguien para apoyarte si las cosas salen mal – agrego.

Nicole se le quedó mirando sin palabras, no sabía de qué forma pero las palabras de Aaron la habían tocado… Lo que dijo es lo que ella sentía pero no había sabido entender lo que él la hacía sentir, era así de simple. Confiaba en Aaron, le gustaba era reconfortante, se sentía segura cuando el astuto colmilludo estaba a su alrededor, era absurdo, pero la realidad pocas veces no lo era.

- Aaron… Mi bolsa… Esteee mi bolsa, ¿La tomaste del callejón? No he cancelado las tarjetas, y pues tengo que hacerlo cuanto antes, antes de que desfalquen a papá y el venga en persona, lo cual sería un milagro, a asesinarme –Balbuceó Nicole ignorando el comentario anterior.

- Claro dulzura, ¿qué clase de inconsciente crees que soy?... Si no la tengo aquí conmigo para ti en este momento… es porque no sabía cómo ibas a reaccionar al verme y quería tener otra excusa para verte si te ponías psicótica, lo cual debo decir se te da muy bien – Respondió Aaron alzando una ceja.

- Argg… Idiota – Respondió Nicole por lo bajo evitando mirarlo a la cara.

Aaron la detuvo cuando ella trataba de pasar por la puerta con él boqueándola, la tomó de las muñecas y la pegó a él y le susurró – Pero aún así, idiota y todo así te gusto princesita –

Nicole sentía que le faltaba la respiración y el muy engreído debía estar sintiendo su corazón latir a millón.

- Guao Nic me gustá… Tienes un latido fuerte… envidiable – Dijo Aaron cínico dejándole saber que estaba consciente del latido desbocado de su corazón.

- Estoy asustada – Dijo Nicole sin pensar.

Aaron por un momento dudó, hasta que observó la respiración agitada y el rubor en las mejillas de Nicole. Le sostuvo las dos muñecas con una mano, era lo suficientemente fuerte para ello y  ella no le estaba dando mayor problema en “poner resistencia”. La volteó colocándola pegada de la puerta, le alzó con la mano libre la barbilla y observó la mirada oscura de Nicole empañada por algo más que no era el miedo… Sin esperar una palabra de Nicole sacó sus colmillos y los rozó  en los labios de la chica mientras que ella cerraba los ojos, pasó su lengua por sus labios cuando ella los entreabría y luego la metió profundo en su boca, explorando la cavidad humeda con avidez. Nicole le repondió sin pensarlo… Ella quería esto, lo quería.

Aaron estaba perdido en su olor a perfume caro, en el sabor a kiwi de su boca… Sintió una perturbación en el aire, como una puerta que se abre y deja entrar un nuevo aire… paró e  inclinó la cabeza de lado como para escuchar mejor… La soltó y Nicole casi se queja.

- Creí escuchar la puerta – Dijo concentrado y olió el aire – Creo que es Andrew –

Nicole abrió la puerta y no vio nada…

- No… Georgina dijo que él no se despierta tan temprano y aún no tiene amigos, ¿para que el saldría? – Rechazó la idea Nicole… Pero se sintió insegura de pronto – ¿Por qué no subes a verlo? Para asegurarnos. Y mientras Aaron subía ella abrió la puerta y se encontró con Andrew parado en medio de la calle

- Andrew – Gritó para que reaccionara, pero parecía que el chico estaba en shock, eso o era sonámbulo pero Georgina lo hubiera mencionado. De pronto un auto que salió de la nada iba directo hacia él.

- Andrew quítate del camino - Gritó Nicole mientras corría hacia la calle, directo Andrew y el carro que aún no lo había visto….

En Headington (Suburbio en Oxford)  –Al frente de la casa de Georgina –

El sol parecía estar en su punto más alto aunque aún era de mañana, Georgina estaba jadeando y empapada en sudor cuando se dejó caer al lado del extraño que aún sostenía en brazos a su hermano y lo examinaba.

- Que le pasa – Preguntó Georgina con voz chillona cuando veía que Andrew no se movía, tenía los ojos abiertos y vidriosos.

- Está hechizado – Dijo el extraño mirándola por primera vez con unos encantadores ojos verde miel.

Pero Georgina no lo notó, no sabía qué hacer… la desesperación se enroscó en su pecho apretándolo y forzando su respiración.

Nicole estaba aferrada fuertemente a un poste a unos pasos donde se desarrollaba la escena reflejando su preocupación, se sentía culpable, sus nudillos se tornaban blancos a medida que apretaba más y más el poste… Si a  Andrew le hubiera pasado o le pasaba algo sería su culpa, no quería decepcionar a su hermana - ¿Es que acaso no puedo hacer nada bien? Pensó. Aaron se acercó sigilosamente, puso sus manos sobre las de Nicole haciéndola relajarse automáticamente.

- Estará bien… Ethan, Lisa, Sebastian e incluso tu hermana que es muy poderosa pueden sacarlo del trance – Susurró Aaron en el oído de Nicole.

- ¿Lo prometes? – Preguntó Nicole necesitando escucharlo de su boca como si él tuviera toda la sabiduría del mundo encerrada en una respuesta.

Aaron rió, una sonrisa ronca y agradable – Te lo prometo dulzura – Respondió e inmediatamente el alivio la llenó recostándose de él como si siempre hubiesen sido uno.

Lisa apareció de pronto al lado de Georgina y el extraño…

- ¿Estás bien? -  Preguntó  Lisa casi sin poder respirar.

- Si yo solo… - Respondió Georgina medio ausente cuando se dio cuenta de que la pregunta no iba dirigida hacia ella.

Ethan llegó a su lado también y apretó el hombro de Georgina sacándola de sus pensamientos con una incómoda e insegura Samantha pegada a su espalda.

- ¿Qué haces aquí Sebastian? – preguntó Ethan con una voz que no dejaba trasmitir ninguna emoción, Nicole se acercó un poco más para obtener un mejor vistazo de Samantha y escuchar mejor la conversación.

- Yo… Fui yo quien lo llamó… Yo le dije que viniera… Yo no tengo dinero ni nada y sé, yo sé que puedo confiar en él – balbuceó Lisa nerviosa.

Antes de que alguien pudiera pestañear Ethan tenía a Andrew en sus brazos...

- Vamos adentro... Todos tenemos que hablar – Dijo Ethan en voz alta para que todos y cada uno lo escucharan mientras le ofrecía una mano a Georgina y la ayudaba a levantarse.

- Todo estará bien nena… Lo arreglaremos pronto – Dijo mirando solo a Georgina como si no estuvieran rodeados de personas. Georgina asintió y puso una mano en la frente de Andrew quien se estremeció a su contacto.

Ethan le echó una mirada a Samantha quien se aferraba a su sombra… luego miró a Nicole y a Aaron, frunciendo el ceño.

- Aaron… más te vale entrar pronto - Dijo Ethan y sin una palabra más entró a la casa con Georgina mientras Samantha, Lisa y Sebastian los seguían sin mirar atrás.

- No dejes que Ethan te moleste, es un mandón – Dijo Nicole y jadeó con horror cuando se volteó para mirar a Aaron que ahora estaba recostado del mismo poste donde ella había estado hace unos momentos. Pequeñas gotas de sangre se deslizaban, sobre su cara, su cuello y los lugares donde había piel visible.

- ¿Qué rayos está pasándote? – Gritó Nicole desesperada mientras se precipitaba hacia él.

Aaron levantó la mano deteniéndola de acercarse más… Nicole se sintió herida cuando él no la dejó acercarse.

- El sol… me he expuesto estando débil, anoche no me alimenté. No es más que una tontería – Respondió Aaron apretando los dientes y sintiéndose atrapado ante la mirada herida de Nicole cuando la detuvo.

Nicole se recompuso cuando Aaron bajó la mano rindiéndose y ella termino de recorrer el espacio que los separaba.

- Tus hermanas se asustaran y harán preguntas si me ven así – Dijo Aaron aún forzado cuando Nicole trató de dirigirse a la puerta de la casa.

- Vamos, entraremos tan rápido que nadie nos notará – Respondió Nicole picándole un ojo mientras lo ayudaba a  caminar.

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Samantha vió como Ethan acostó a Andrew en el mueble y colocó a Georgina a su lado… tomó una de sus manos y con la otra tomo la de Andrew cerrando los ojos.

Se movió incomoda en su silla mirando la escena… Se sentía demasiado extraña, ansiosa, algo eléctrico se recorría su piel, algo poderoso se precipitó por sus venas desde que entró en la casa… Miró al chico al que escuchó se llamaba Sebastian quien estaba de pie muy cerca de ella con la otra chica que se parecía a él tomando su brazo.

- Es magia negra – Samantha escuchó que la chica le chilló espantada al chico.

- Dios esto es toda una pesadilla – Pensó Samantha y se giró hacia la puerta cuando la escucho abrirse. Se quedó maravillada mirando a la chica que estaba segura era su otra hermana ya que se parecía mucho a ella y a Georgina. Desvió su mirada hacia la persona que estaba con ella, estaba sangrando, pero no veía ninguna herida, él parecía sudar por cada uno de sus poros sangre incluso partes de su ropa empezaban a mojarse con ella.

Se tensó e iba a gemir de la impresión cuando se encontró con los ojos de Nicole que suplicante puso su dedo sobre sus labios para que no dijera nada mientras ella subía al chico por las escaleras… así que sin más remedio ella calló.

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- Ethan entró en la mente de Andrew consciente del agradable calor de la mano de Georgina y de su poder ondeando hacia él, ofreciéndole respaldo para ayudarlo a  traer de vuelta a Andrew donde este se encontrara.

Ethan estaba furioso de que algún hechicero se haya atrevido a usar magia negra y más aún en un niño, la magia oscura afectaba a las personas que eran usadas en ellas y más aún si esa persona no tenía sangre mágica en sus venas. Siguió el rastro de poder en la mente del niño y creyó ver partes de un aura amarilla que reconoció por instinto como la de Meredith… - ¡Maldita si eres tú! - Gruñó en su mente, también tuvo conocimiento del propósito de dicha magia y ahora tendría que lidiar con ello.

Entró a una parte donde la oscuridad era muy espesa y apestaba a miedo, y encontró la conciencia de Andrew atrapada allí.

Georgina captaba destellos de las emociones de Ethan… Ansiedad, concentración, molestia, asco, reconocimiento, ira, preocupación y casi llora cuando la inundó finalmente el alivio, teniendo la certeza de que Ethan había encontrado como ayudar a su hermano.

Los dos abrieron los ojos al mismo tiempo cuando Ethan salió del trance y observaron a Andrew que estaba sudado y empezó a retorcerse.

- Hablale Georgina… ayúdalo a despertar – Dijo Ethan en voz baja.

- Andrew bebe… Es hora de despertar dormilón – Dijo Georgina tratando de que no le temblara la voz.

Entonces Andrew abrió los ojos… Su mirada estaba llena de un miedo crudo. Georgina sintió una furia salvaje por lo que le habían hecho pasar a su pequeño. Pero la dejó ir cuando los brazos de Andrew se dirigieron hacia ella y lo tomó en sus brazos… Lagrimas corrieron por las mejillas mientras lo sostenía.

- Es bueno tenerte despierto campeón – Escuchó Georgina a Ethan que se dirigía a Andrew.

El pequeño se volteó y se le tiró encima a Ethan como si estuviera acostumbrado a ello…

- Creo… que soñé contigo – Dijo Andrew como tratando de recordar algo.

- ¿Conmigo? A ver esperó que nada malo – Respondió sonriendo Ethan

Andrew movió la cabeza enérgicamente en signo de negación…

- Ahora porque no vas a darte un baño…. ¡Apestas soldado! – Dijo Ethan gracioso.

Andrew gimió… - ¿Gina vienes? -

- Ella te alcanza en unos minutos, pequeño… No la retengo mucho – Respondió Ethan picándole un ojo a Andrew sin darle chance de responder a Georgina.

Pero en cuanto Andrew desapareció por las escaleras Ethan se puso serio y miró a todos en la sala…

- Tenemos que irnos de aquí… él hechizó que se utilizó fue uno de localización… Así que… las personas que hicieron esto estaban tratando de localizar a alguien dentro de esta casa, si es que no es a todos nosotros – Declaró Ethan.

Samantha se paró de golpe…

- Disculpen pero… ¿alguien podría explicarme que pasa acá? Bueno son muchas cosas para mí, disculpen si estoy sonando latosa pero… ¿Hechizos, magia negra, ahora huir? Dios… esto parece una película de y  yo definitivamente no me sé mi libreto – Dijo Samantha al borde de la histeria.

- Y se te explicará Samantha pero debemos salir de aquí y eso es lo prioritario – Dijo Ethan de una forma que no hizo dudar a ninguno.

- Lisa y yo estamos listos – Dijo Sebastian mientras cuadraba el peso de la mochila en sus hombros.

Ethan le hechó una mirada que mostraba claramente molestia ante su disposición.

- Yo estoy todo lo lista que puedo estar – Susurró Samantha.

- ¿Pero a donde vamos a ir Ethan? – preguntó Georgina ansiosa.

- Vamos a… una casa donde vamos  estar protegidos y no les va a faltar nada – Respondió Ethan seguro.

– Ok… Acompañame Samantha… Tengo algo que creemos te pertenece – Dijo Georgina mientras la dirigía por las escaleras donde desapareció Andrew, pero se detuvo cuando no vio a Nicole por ningún lado.

- ¿Dónde está Nicole? – Preguntó Georgina preocupada.

- Yo le avisaré – dijeron Samantha y Ethan al mismo tiempo.

Georgina levantó una ceja…

- Okk… pero Ethan puede hacerlo – Agregó Georgina.

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Nicole llevó a Aaron a la habitación donde había pasado la noche anterior, ella no había abierto las cortinas cuando se despertó así que la habitación estaba oscura. Aaron estaba tratando de separarse de ella, estaba demasiado inquieto. Lo recostó en la cama y ella se sentó a un lado haciendo ademan de encender la luz de la lámpara en la mesita.

- No la prendas… Mis ojos están sensibles justo ahora. Vete Nicole – Dijo Aaron.

-Aaron por Dios no seas infantil y colabórame, necesito que me digas que puedo hacer por ti… No te veías nada bien allá afuera – Le regaño Nicole.

- No puedes hacer nada… Solo déjame descansar, solo necesito que te vayas  – Gruñó Aaron arisco.

- Ahhh entiendo… ¡sangre! Eso es lo que necesitas… - Gritó Nicole triunfante por haber adivinado lo que Aaron necesitaba - Tienes que alimentarte – agregó bajando la voz.

- Diablos ¿ves? Ahora estas asustada dulzura… Mejor sal de aquí antes de que te vayas a desmayar  – reprochó Aaron intranquilo.

- No… - Respondió Nicole.

- Vamos reinita no estoy de humor para una batalla de ingenios justo ahora – Respondió Aaron ante la negativa de Nicole de irse.

- Bebe de mí… - Dijo Nicole casi en un susurro.

- ¿Qué dijiste? … No ofrezcas lo que no vas a querer dar libremente nena, podría aceptarlo sin pensarlo mucho en este momento – Refutó Aaron con una voz baja y atrayente que hizo que los vellos de Nicole se erizaran, era una manera de asustarla pero por otro lado en el fondo era una voz que denotaba necesidad.

Aaron se acercó con un movimiento lento y tentativo… El corazón de Nicole se desbocó por segunda vez en un solo día por tener tan cerca a Aaron…

- Pues entonces hagámoslo rápido… antes de que… ummm... tu sabes alguien nos interrumpa – Respondió Nicole medio jadeando.

Ella esperaba que Aaron tomara su cuello pero al contrario de lo que creía, Aaron la tumbó en la cama con un movimiento rápido, como temiendo que Nicole se arrepintiera y en cualquier momento diera alguna negativa. Nicole tragó grueso cuando sintió la respiración de Aaron acercándose a su cara…

- No… No… No – Se decía mentalmente Nicole cuando a su mente vino una fantasía que la calentó por completo.

Aaron estaba hambriento desde luego pero… No sabía si lo estaba más de su sangre que lo hechizaba como a un mortal el canto de una sirena, esa sangre tibia que corría apresuradamente por sus venas, esa sangre que su corazón estaba acelerando en un constante bombeo nervioso… esa sangre que ya había probado y cuyo sabor se aferraba a sus papilas gustativas y lo hacía sentirse mareado…

No definitivamente no sabía si su contrariedad partía del hambre o de la cruda necesidad que se extendía por todo su cuerpo al percibir su olor. Era casi una tortura, estaba completamente embriagado y eso lo asustaba, le asustaba que justo en ese momento estuviera pensando en tomar con avidez sus carnosos labios rojos en vez de su apetitoso cuello.

- Voy a arrepentirme de esto – Dijo Aaron en un susurro antes de encontrar desesperadamente los labios de Nicole con los suyos.

Nicole jadeó mientras le devolvía con igual necesidad el apasionado beso y le quitaba la camisa que estaba húmeda con sangre. Aaron la ayudó a quitarse el pantalón que le había prestado su hermana y se despojó del suyo propio en un pestañeo. No sabía a dónde rayos se había ido esa debilidad que tenía hace unos minutos…  el hecho es que ahora no estaba para nada débil, tenía los malditos sentidos a millón, estaba consciente de cada curva de Nicole debajo de él y de esos pequeños sonidos involuntarios y excitantes que hacía cada vez que él la tocaba… pero por sobre todo  estaba endemoniadamente sorprendido de que su pene estuviese erecto… Desde que se había convertido en vampiro nunca había tenido una maravillosa erección sin antes haber probado la tan codiciada sangre que siempre estaba primero en sus prioridades…. Bueno siempre antes de Nicole.

Nicole no pensaba, estaba caliente, estaba demasiado caliente… No le bastaba lo que estaba obteniendo, ella quería más, quería mucho más de Aaron…

Ella quería… oh si ella quería probar su hombría, ella quería tenerlo en su interior pero también sentía como su cuello palpitaba de la misma forma que lo hacía su necesitado sexo. Y se encontró gimiendo y suplicando sín poder detenerse, incluso sus propios gemidos la excitaban, pero lo que más la hacía mojarse era el sonido gutural que salía del pecho de Aaron.

Aaron no podía soportarlo… y con torpes movimientos logró tomar su pene y lo introdujo en el sexo de Nicole que clamaba atención. Nicole sintió cuando su pene entró en ella y no pudo más que suspirar interiormente, exteriormente susurraba un frenético “si, si” que haría orgullosa a una actriz porno, sus embates la satisfacían como nunca nada ni nadie lo había hecho… Pero faltaba algo…

Aaron no podía posponer más el tomar su sangre, su primera necesidad y la de Nicole estaba siendo atendida y de qué manera, pero su sed ahora reclamaba el primer lugar.  Delicadamente mientras seguía entrando y saliendo de Nicole empezó a dejar un rastro de besos por su cuello para darle lugar luego a sexys y incitantes lametones que aumentaron en fuego dentro de Nicole quien se retorcía como una poseída debajo de él. Aaron respiraba entrecortado cuando sus colmillos rosaban el cuello de Nicole y se pasó la lengua por los labios antes de tomar lo que sentía por derecho debía tomar.

Nicole chilló… y sus jadeos se hicieron más fuertes, eran constantes gritillos de placer que erizaban la espina dorsal de Aaron, las sensaciones eran todo un paraíso y tuvo una visión hermosa del aura de poder de Nicole, ese azul eléctrico lo embelesaba… Su sangre llenándolo y dándole fuerza y un toque de poder, era más de lo que podía soportar, no entendía cómo iba a sobrevivir después de esto, no sabía cómo iba querer hacer otra cosa que no fuera estar dentro de ella, no sabía cómo iba a beber de nuevo la sangre de alguien más después de haber probado por segunda vez lo que esta mujer le ofrecía… Su orgasmo vino con un montón de puntos de colores  y supo que ella también lo estaba sintiendo porque se estremecía notablemente, despegó sus colmillos del cuello de Nicole y gritó por el impacto del mismo.

Los movimientos se fueron haciendo más leves mientras él besaba con dulzura sus labios y ella sonriendo iba cayendo en la inconsciencia ante un profundo cansancio.

Aaron estaba adormilado cuando escuchó que la puerta se abrió, por instinto se pusó de pie rápidamente y a la defensiva cuando se dio cuenta que era Ethan.

- ¿Diablos Aaron que rayos crees que haces? – Exclamó Ethan.

- Ni si quiera yo lo sé… Pero lo que si sé es que esto es grande – Respondió Aaron sintiéndose preocupado por sus intensas emociones.

- No, me refiero a que vas a dejarme ciego chupasangre, Alerta roja… vístete que todos nos vamos en unos minutos.

Aaron asintió…  - ¿El chico ya está bien? – preguntó.

- Si, despiértala… llevamos prisa – Respondió Ethan antes de cerrar la puerta tras él.

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- ¡Maldición! Les perdimos el rastro… Esa es brujería… de la poderosa

 Liam – gritó Peter.

-Si,  pero no te… No nos consta que Samantha de verdad tenga que ver son eso – Le gritó de vuelta Liam.

- Liam… PARA, esa cosa se está moviendo! – Gritó Peter observando el collar de Samantha que estaba en el tablero.

- ¿Qué significa? – Preguntó Liam.

- ¡Pues que tu brujita está cerca! – Dio un grito de júbilo Peter.

Ninguno de los dos pudo reaccionar a tiempo cuando sintieron que el carro temblaba y se volcaron…

Peter estaba medio consiente y Liam estaba terminando de soltarse el cinturón de seguridad  cuando la puerta se abrió.

- Ayuda – Dijo Liam tosiendo

- Malo, Malo… No me gustan los cazadores – Escucho la voz de una mujer que decía en tono de burla.

Liam gritó cuando el dolor explotó dentro de él al ser sacado con fuerza del carro… Pero cuando lo sacaron el collar Salió junto con él.

Un tipo fornido le estaba apuntando con un arma mientras una mujer despampanante pero con aire de crueldad se inclinaba hacia él…

- Malditas brujas… están todas buenas pero hasta la más bella apesta a corrupción – Escuchó Liam que Peter decía.

La mujer se enderezó…

- Me halagas – Dijo la mujer y con un movimiento de la mano lo mandó volando contra un árbol.

- Eyy… No, por favor – Dijo Liam preocupado por Peter.

La mujer alzó una ceja…

- Ven, aquí hay un chico con modales-  le dijo a los hombres que estaban con ella lo que hizo bufar a Liam.

Pero se tensó cuando la mujer se le quedó mirando, entrecerró los ojos y un tic comenzó a notarse en su labio superior…

- Deja que yo me quede con esto guapo – Dijo con frialdad y luego se agachó y tomó algo a su lado.

Liam tarde se dio cuenta que era el collar de Samantha…

- Eyyy eso nos pertenece hechicera – Dijo Liam sonando casual.

La mujer lo miró por un momento como analizando la situación…

- No se entrometan entre mi presa y yo… - Dijo finalmente - Si no los mato es para que le den este mensajito a sus jefes, que no se metan en este asunto. Igual si están detrás de las portadoras de “esto”- Dijo señalando el collar - deben dejar de preocuparse porque yo pienso quitarlas del medio… es solo cuestión de tiempo -  Le sonrió con una mueca que le recordaba a Liam a un lobo pensando en saborear su presa y luego se alejó montándose un Mercedes Benz F700.

Liam se sintió mareado… Samantha, esa mujer iba a por Samantha. No le importaba que rayos era ella, esa mujer quería “quitarla del medio” y ahora entendía que sin importar como no iba a permitirlo.

Se acercó a Peter que estaba levantándose…

- Hermano… Tu papá va a saber en qué rayos te has metido – Amenazó Peter.

- Callate – Le gruñó Liam… - Si es mejor que lo llames – agregó pero su mente ya no estaba allí, su mente estaba pensando en la excusa que iba a darle a su padre por no haberle informado antes de la sospecha que tenían y pensando en cómo iba a encontrarla… - Yo voy a protegerte bebe – Dijo en voz baja mientras el peso de su error lo abrumaba.