Capi 10 xD

Fuga (Parte I)

En Barton (Suburbio en Oxford) – Casa de Peter –

Samantha no pudo conciliar el sueño, una vez que colgó el teléfono pensó una y otra vez en la sorpresiva llamada, Liam estaba a su lado, ella asumió que ya se había dormido ya que no había dicho una palabra… Eran las 5 de la mañana y la luz de una farola, se filtraba por la cortina y ella no sabía cómo sentirse, no sabía cómo debía reaccionar ante todo lo que había pasado. ¿Agradecería este viaje a Inglaterra o lo lamentaría?

Nicole la chica que decía ser su hermana dijo cosas muy vagas sobre toda la historia, pero por ella ahora Samantha sabía que su madre estaba muerta y su padre era de “procendencia desconocida” y que a parte de ella había una tercera hermana Georgina…

Eran trillizas por el amor de Dios, ahora dentro de ella se explicaban esos sueños, después de todo ella había visto programas donde las gemelas aunque no supieran de su existencia compartían un lazo muy fuerte y ahora ella comprobaba que así lo era también con las trillizas, ahora lo sabía en carne propia, tenía muchas preguntas pero Nicole no las respondió, lo que si había dejado claro era la urgencia de encontrarse cuanto antes. Y eso la aterrorizaba…

En unas pocas horas iba a encontrarse con sus dos hermanas de las cuales apenas había sabido de su existencia hasta ahora. Samantha reprimió un escalofrió al imaginarse frente a frente a dos personas iguales a ella… Tres fragmentos de una misma alma que durante 21 años estuvieron a la deriva.

- Sam… ¿ese hombre te dijo algo sobre tu collar? – Dijo Liam rompiendo el silencio de la habitación, estaba seguro de que Samantha no estaba dormida y se había percatado de que ella no había dejado de tocarse el dije aunque fuera de manera inconsciente.

Samantha sofoco un pequeño grito de susto.

- Liam por Dios me asustaste – le gritó Samantha a Liam girándose para mirarlo y dibujo una sonrisa timida en sus labios.

- Lo siento amor, es solo que has estado mortalmente callada y pues no has dejado de tocarlo desde que nos acostamos – Respondió Liam.

- Ayyy lo siento Liam, yo pensé que estabas dormido! Como no me dijiste nada… - Respondió Samantha graciosa.

- Samantha ¿puedes responder mi pregunta? – preguntó Liam pero sonó más como un gruñido…

Liam estaba otra vez de ese humor, Samantha debía irse con cuidado cuando él estaba así.

- Si, me pidieron que lo llevara, pero no puesto… Preferiblemente a cubierto, curioso ¿no? – Dijo Samantha.

- Y no te ha pasado por la mente preguntarte ¿cómo es que ellos saben que tienes un dije con forma de lagrima? – cuestionó Liam sonando nuevamente tosco.

- Es una especie de herencia Liam se supone que las tres tenemos uno – Respondió Samantha queriendo que todo tuviera lógica.

- Esto no me da buena espina Samantha, ¿No lo entiendes?, eres muy inocente amor… algo aquí es antinatural – Dijo Liam de una forma que Samantha lo sintió incorrecto.

- ¿Antinatural Liam? … ¿De qué estás hablando? O mejor dicho ¿De qué has estado hablando con Peter desde que llegamos aquí? ¿Qué han estado hablando sobre mi Liam? – Exigio Samnatha sosteniéndole la mirada de frente a Liam pero este la desvió… - ¿Por que no me miras? -

 - No es nada Samantha es solo que me preocupo por ti… Eso es todo, disculpa si eso te está sofocando, nunca pensé que el hecho de que yo quisiera protegerte te molestaría tanto – Respondió Liam evadiéndola.

- No te vayas por ahí Liam… Que no se te ocurra cambiarme el tema por eso! Es un pobre intento – Dijo Samantha a la defensiva alzando la voz.

- Vamos a relajarnos ¿si? ofuscados no vamos a entendernos… Yo… yo voy a bajar un momento a hablar con Peter, decidí que no vamos a irnos aún – Dijo Liam.

- ¿Disculpa? ¿Cómo que decidiste?... Así de simple ¿sin consultarme? – respondió Samantha indignada.

- Estuve pensándolo no podemos irnos así como así… Debemos buscar un buen lugar primero… Cuando regrese hablamos bien ¿si? – rebatió Liam tratando de sonar razonable.

Samantha solo asintió... Sintió como la rabia  hacía estragos en su interior. Despues de unos 15 minutos se sentía como un pájaro en una jaula, no era persona de tomar pero definitivamente ahora necesitaba un trago, fuerte y preferiblemente doble, se quitó el collar y lo colocó arriba de la mesita de noche al lado de la cama, bajó las escaleras sintiéndose extrañamente vulnerable y comenzó a prepararse un trago, cuando volvió a escuchar una conversación acalorada en el estudio. – Y ¿ahora qué? – pensó.

- No, no es lo que piensas te digo Peter… - Estaba diciendo Liam.

- No es lo que estoy pensando Liam ¿no será que la pequeña bruja te ha engañado? – Dijo Peter en un tono peligroso.

- Maldición Peter que ella no es una bruja… Posiblemente sus hermanas si, a lo mejor por eso ella se ha comportado extraño desde que llegamos, te lo digo, ella no tenía nada de esa porquería mágica antes de llegar a Inglaterra… Esos fenómenos tienen que estar haciendo algo con ella – Dijo Liam sonando como nunca antes lo había escuchado.

Samantha se pegó de la puerta y trato de oir por la puerta entre abierta del estudio.

- Te lo voy a preguntar solo una vez más Liam, solo una, así que presta atención porque después de esto si respondes de la forma incorrecta llamaré a tu padre… y le contaré sobre ciertos sucesos “irregulares”. ¿Llegado el momento, si ella es una bruja la entregaras? ¿Si tu querida novia es una asquerosa mágica… La entregaras junto a las otras dos? –Preguntó Peter tenso.

Liam miraba el piso… Samantha observó como prensaba los músculos y apretabas las manos en puños, por un momento pensó con esperanza que iba a golpear a Peter, pero de pronto bajó los hombros como un perro apaleado.

- Si eso es así juro que se hará lo que tiene que hacerse – Respondió finalmente Liam solemne.

Samantha no sabía a qué se referían con eso de la brujería, pero el pánico le invadió. Subió cuidadosamente a la habitación tomó un bolso cómodo para guindarse y metió las prendas de ropa que pudo, dinero, sus papeles, el celular y empezó a bajar por la ventana del segundo piso…

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Estando en el estudio Liam escucho un pitido… Y Peter se fue directamente a una habitación a la que él  había pensado era el baño, después de un momento se dirigió rápidamente a Liam.

- ¿Aun quieres mostrarnos cuan leal eres? – Preguntó Peter desde el cuarto.

- Sabes de que lado estoy Pet… ¿Qué sucede? – Preguntó Liam cansado.

- ¿Por qué crees que alguien huiría si no tiene nada que esconder? – Dijo Peter en un tono calmado y luego después de unos segundos agregó - Tu novia se está escapando por la ventana… Será mejor seguirla! – Dijo Peter en un tono que decía “te lo dije”.

- ¿Qué? – Liam entró en la habitación encontrando varias pantallas de lo que deberían ser camaras grabando fuera de la casa. Se le hizo un nudo en el estomago…

- Vamos apresúrate… Eres bueno, no nos decepciones – dijo Peter –Y no hagas nada yo te alcanzare dentro de un rato - Agregó cuando este salía del estudio.

Liam maldijo internamente mientras salía del estudio, estaba descalzo así que cuando salió sintió la alfombra mojada bajo sus pies y no le dio importancia pero cuando dio unos pasos más sintió que pateó algo miró hacia abajo y vio un vaso de vidrio… 

- Sam escuchó todo… San solo se asustó, por eso se fue – Se dijo a si mismo aliviando un poco la tensión de sus hombros.

Cuando llegó a la habitación estaba vacía pero no hizo ningún ruido por si Samantha aún estaba en la ventana, se asomó ocultándose y la vió trabajando en terminar de saltar… Se colocó rápido unos zapatos, tomó un arma que tenía al final de su bolso  por si tenía que defenderla a donde fuera que ella estuviera metiéndose y se recogió el cabello largo en una coleta y ahí fue cuando vio el reflejo de algo en la mesa de noche, acercandose vio que era el collar con el extraño dije de lagrima. Lo tomó sintiéndolo vibrante en su mano, tibio como si fuera un ser vivo, se persignó haciendo una mueca de desagrado y lo introdujo en su bolsillo. Suspiró cuando se volvió a asomar a la ventana, vió lo que debía ser la sombra de Samantha reflejada por los primeros rayos del amanecer y saltó diciendo en vos baja – Aquí voy bebe -.

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Samantha llegó a una parada de autobuses después de unos 20 minutos de una apresurada caminata. Habían chicos vestidos con uniformes, algunos acompañados por los que debían ser sus padres y otros solos.  Se acercó a una señora con una péqueña niña con el cabello largo que le recordaba a sí misma.

- Diculpe, buen día… ¿Dónde puedo tomar un transporte para ir a Headington? – Preguntó Samantha tratando de no sonar todo lo nerviosa y triste que estaba.

- Buenos días… ¿Ves ese edificio al final de la calle del otro lado?, vas a cruzar y llegas hasta allá justo debajo hay un cruce a la derecha y encontraras una parada. Hay unos autobuses que llegan hasta St. Clement’s, solo debes estar atenta cuando mencionen la parada de Headington – Respondió la señora sonriendole como toda una guía turística.

- Ok… Muchas gracias – respondió Samantha no pudiendo evitar devolverle la sonrisa aunque fue una de las tensas y luego se dispuso a cruzar la calle. En menos de 5 minutos ya estaba en la parada esperando el autobús. En cuanto lo tomó se permitió respirar y antes de detenerse a pensar en  Liam tomó el celular y llamó al número de donde la habían llamado anoche.

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En Headington (Suburbio en Oxford)  – Casa de Georgina –

Georgina se despertó sintiéndose agitada y un poco confundida, pero se relajó cuando vio que estaba en la habitación de Andrew con su pequeño cuerpecito pegado a ella. Sonrió con tranquilidad y miró el reloj eran las 5:13 de la madrugada. Se levantó y fue a su habitación para bañarse y cambiarse de ropa, aunque era temprano ya no tenía sueño y ahora que se había despabilado se sentía descansada y fuerte.

Cuando entró en la habitación divisó a alguien ocupando ampliamente su cama, se acercó poco a poco con cautela y no era necesario dar vuelta a la cama y ver su cara, su distintivo pelo rojizo aunque más oscuro que el de ella parecía brillar en la oscuridad, fue consciente de un sentimiento muy cálido en su interior mientras lo observaba dormir en su cama. Rodeó la cama para poder mirar bien su cara, se veía tan descansado, tan vulnerable y sin poder detenerse se encontró acariciando su mejilla…

Ethan sintió una caricia en su mejilla, sin abrir los ojos supo instintivamente que era Georgina, esa aura rojiza por la que se sentía rodeado delataba su presencia, ¿cómo podría explicarle él a ella cuanto lo perturbaba. Agitaba la necesidad muy dentro de él, necesidad de cariño, necesidad de tacto, necesidad de besos, necesidad de amar. Abrió los ojos como quien tiene miedo de abrirlos y despertar de un maravilloso sueño.

Georgina sonrió cuando Ethan despertó con la mirada brillante y la miró de frente, todo su cuerpo tembló y aún sonrojándole se esforzó en darle una sonrisa relajada. Ella vió como él se colocaba sobre su espalda frotándose la cara mientras le daba un generosa vista de cómo su camiseta se adhería a su fantástico cuerpo, su corazón latía frenético bombeando la sangre a millón, se volteó y caminó sobre sus pasos hasta el otro lado de la cama y tomó una pinza para el cabello del cajón de la mesa sin volver a mirarlo.

Ethan podía sentir la perturbación en el aura de Georgina… Y ¡Oh Diablos¡ eso era deseo… Su cuerpo respondió de inmediato pero trato de disimularlo frotándose la cara forzando a no hacer una estupidez. Ella se movió rápidamente como si el piso donde estaba parada estuviese en llamas...

- Georgina… - Ethan logró pronunciar con la voz ronca.

Georgina se sorprendió de lo ronca y sexy que se escuchaba la voz de Ethan… Y ahí sabía que definitivamente no debía voltear o se le lanzaría encima, rezó silenciosamente para que su voz sonara normal y  no como un gemido que es lo que tenía deseos de hacer…

- ¿Umm?… dijo sin mucho éxito por sonar normal.

Ethan no necesitó una respuesta más que esa…

Georgina sintió como Ethan le tomaba la mano desde atrás y la hacía retroceder, y ella en un empeño infantil no volteó pero si dio marcha atrás mientras cerraba los ojos, él tuvo que girarla y ella le dejó hacerlo pero aún sin abrirlos. Ethan sonrió al tenerla así de frente, tan brillante, con los ojos cerrados, sus hermosas pecas adornando su rostro, sus mejillas sonrosadas y sus labios húmedos y carnosos. Le rodeó la nuca con una mano, pero no la besó… empezó a rosar sus labios por sus frente, por sus ojos, su nariz, sus mejillas y sin pensarlo fue ella la que rompió el momento de dulzura, necesitaba besarlo, desde el primer momento en que lo vio y si no lo hacía juraba que iba a quemarse en el sitio.

Ethan estaba tratando de ser cuidadoso, Georgina estaba pasando por muchas cosas al mismo tiempo, no quería presionarla… Pero fue ella la que empujó de manera hambrienta sus labios sobre los de él y correspondiendo a su necesidad le devolvió el beso apasionadamente mientras tomaba su cabello en las manos y hacía una ligera presión, sin lastimarla y si así hubiera sido no lo hubiera notado Ethan había dejado de pensar desde que ella empezó a besarlo.

Para Georgina ya no importaba el tiempo, ni el niño que recordaba vagamente en la habitación contigua, ni la chica con la que compartió íntimamente su mundo durante nueve meses, ni si quiera importaba la magia… Pero si que era maravilloso sentir y mezclarse con el aura del hombre con la quería fundirse en cuerpo y alma.

Ethan creyó que su corazón iba a salirse de su caja torácica, todo estaba revuelto, su interior eufórico… Y al contrario del miedo que lo estaba consumiendo no pensó en Rose, lo que sentía por Georgina era completamente distinto ¿Era posible que todo este tiempo él hubiera imaginado amar a la madre de esta mujer que lo estaba haciendo vibrar? Podía ver las diferencias más no asimilarlas. Un gran respeto, profundo cariño, admiración y atracción es lo que en ese momento supo que sentía por Rose, de una manera u otra todos esos factores tuvieron tanta fuerza que lo “enamoraron“. Pero lo que sentía por Georgina era diferente… Maldición si no lo era… Esto era como tener todos tus sentidos multiplicados por mil dentro de él y aún así no poder hacer uso de ellos por una atrapante pero placentera bruma. Ethan la respetaba por su amor hacia su hermano, él la deseaba porque era hermosa, sus pecas que nunca estuvieron en el rostro de Rose lo enloquecían, su fuerza espiritual y mágica eran inigualables, su voz provocaba ese estúpido sentimiento cliché de mariposas y no solo en su estomago, su deseo era el detonante de una llama que él jamás pensó podría ser encendida en su interior. Definitivamente la Amaba… Y eso era un completo desastre.

Los dos estaban jadeando sobre la cama cuando un teléfono que Georgina no había notado a su lado empezó a sonar con “Why dont you and i” de Nickelback. Ella suspiro al darse cuenta que era el suyo cuando reconoció la canción…

- Debo responder – Dijo de forma entrecortada estirándose aún sobre Ethan para tomar el teléfono.

Ethan gruñó algo ininteligible pero ella creyó escuchar “Maldición”.

- ¿Umm Si? – articuló Georgina calmando su respiración y haciendo ademan de levantarse de arriba de Ethan pero él la sostuvo así que sofoco una pequeña risa y continuó la conversación sin intentarlo más.

- Claro nena sería un placer! Y no, no te preocupes estaba despierta, pero… ¿para cuándo sería? – Pregunto Georgina.

- Bueno yo creo que dentro de unos 15 días debería arreglar unos asuntos con los que estoy actualmente lidiando – Dijo Georgina frunciendo el ceño.

- No… No de verdad no te preocupes, no es nada grave – Dijo para calmar a la chica al otro lado de la línea.

Ethan soltó un bufido… Nada grave, eso era porque las cosas no se habían puesto todo lo mal que podían ponerse. Y él esperaba sinceramente que eso fuera en un nivel moderado.

Georgina escuchó el pitido distintivo de una llamada en espera.

- Cariño te puedo devolver la llamada luego… Es que estoy algo solicitada esta mañana y tengo una llamada en espera – Dijo Georgina.

Ethan observó cómo le daba a otro botón para atender la otra llamada y sin poder evitarlo empezó a besarla por la barbilla…

- Ethan… - Gruñó Georgina tratando de tomar la otra llamada.

- Si, buenos días… ¿Samantha? Ummm… - Respondió Georgina mientras pensaba.

Pero fue Ethan el que reaccionó y rápidamente la sentó  junto con él en la cama y articuló – Tu otra hermana -.

Oh mierda… como es que tenía él número, ¿Se lo había dado Ethan anoche? ¿Él la conocía? ¿Ella sabía de su parentesco? Pero sin preguntar nada continuó con la conversación.

- Oh hola disculpa, yo soy Georgina… Tú hermana – Dijo con voz firme.

La chica al otro lado de la línea suspiró…

- Ok… Mucho gusto en conocerte Georgina… - respondió Samantha al otro lado de la línea – Yo umm… Necesito un favor, yo sé que quedamos en encontrarnos en la tarde pero vamos a tener que adelantar la cita porque de verdad necesito un lugar a donde ir justo ahora y no conozco a nadie más en Inglaterra… Y bueno no es como si te conociera o si tú tuvieras la obligación de ayudarme pero espero que… – Continuó diciendo Samantha.

- Eyy… Calma Samantha, no tienes que explicarme nada y claro que voy ayudarte en lo que necesites y no… no, nos conocemos pero somos hermanas y seguramente eso no lo convierte en mi obligación pero quiero hacerlo – Interrumpió Georgina sonando como una afectiva madre.

Ethan escuchó cuando Samantha empezó a llorar…

- Muchas gracias de verdad, estoy algo confundida… - Dijo Samantha tratando de controlar el llanto.

Georgina sintió que se le achicó el corazón cuando Samantha empezó a gimotear… Ethan le hizo una seña para que le pasara el teléfono…

- Es Ethan... cálmate para que puedas decirnos rápidamente que pasó y cómo podemos ayudarte – Dijo tomando su posición de protector.

- Es mi novio… Él estaba hablando cosas muy extrañas sobre mí y mis hermanas con su amigo y el… él prometió que haría lo que tuviera que hacer con nosotras… Lo que fue realmente terrorífico cuando su amigo decía que tenía que “acabar conmigo” y… y… - Dijo Samantha demasiado rápido.

- Ok… trata de calmarte todo está muy enredado, dime donde estas y si así lo quieres iremos a buscarte – Dijo Ethan con voz calmada.

 - Voy en un autobús que me va a dejar en la parada de Headington… sería muy agradable si pudieran venir por mí – Respondió mas calmada.

- Bien, desde donde tomaste el autobús y hace cuanto saliste – preguntó Ethan.

- Desde Barton y salí hace unos 10 minutos – Respondió Samantha.

- Ok… bájate y espéranos del otro lado, al frente de la parada hay un café… entra ahí para que no estés sola en la calle mientras llegamos - Dijo Ethan y agregó – ¿El collar lo tienes a cubierto? –

Samantha hizo un pequeño gemido y empezó a llorar de nuevo…

- No, no llores Samantha, solo hablame – Dijo Ethan con pesar.

- Lo dejé… se quedó… en la mesa… Idiota… soy una idiota – Dijo Samantha con la voz entrecortada por el llanto.

- Calmate, el plan sigue siendo el mismo – Dijo Ethan antes de hacer una pausa, despedirse y trancar.

- ¿Que fue eso Ethan? – Preguntó Georgina preocupada.

- No le entendí muy bien… su novio hizo algo o dijo algo de ustedes que la disgustó o algo así – Respondió Ethan con cara pensativa, tratando de ubicar el contexto de las verdaderas palabras.

- ¿A donde vamos a ir a buscarla? – Lo interrumpió Georgina.

- A la parada de Headington – Respondió Ethan.

- ¿A que esperamos? – Dijo Georgina ansiosa poniéndose de Pie.

- Aún tenemos tiempo, vives cerca de la parada principal… Tienes tiempo de cambiarte – Dijo Ethan consciente de que tenía la misma ropa de ayer al igual que él e impresionado de que ella oliera a deliciosas cerezas.

- ¿Y de bañarme? – Preguntó Georgina mordiéndose un labio esperanzado.

- Si hazlo… Yo voy a bajar y a ver cómo están los demás… ¿Y Andrew? – preguntó Ethan.

- Está durmiendo… Ese cae como una piedra y sin que lo despierten por lo menos hasta las 9 – Dijo Georgina como toda una madre.

- Bien nos vemos en unos minutos – Dijo sintiéndose torpe.

- Ok... – Fue todo lo que pudo decir Georgina sonrojándose mientras recordaba lo que casi acaba de pasar entre ellos.

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Nicole bajó de la habitación donde Ethan le había dicho que durmiera y pegó un gritó cuando encontró a Aaron de pié mirando por la ventana…

- Dios Mujer… ¿Por qué gritas?... vas a despertar a los vecinos – Dijo Aaron con un toque de diversión en su voz.

Nicole rodó sus ojos… y Murmuró – Como si te importara –

- No, tienes razón no me importa, pero tengo oídos sensibles nena y optaría escucharte gritar de otra forma y en otras circunstancias… preferiblemente mi nombre – Dijo con una sonrisa torcida dejando a Nicole con la boca abierta  de la sorpresa.

Cuando Nicole se recuperó resoplo… - Pervertido…  - Tu… ¿no deberías estar tieso en el sofá como la otra noche? – Preguntó Nicole desconfiada – me dijiste que no podías moverte en la nota.

Aaron pareció pensarlo…

- Pero esas eran otras circunstancias nena…. Y antes de venir aquí me encargué de ocuparme de que no me pasara este día – Respondió Aaron sonando peligroso.

- No… No entiendo ¿A qué te refieres? – preguntó Nicole sin saber si de verdad quería descubrirlo.

- Él se refiere a que se encontraba demasiado débil… Seguramente perdió mucha sangre y no pudo evitar convertirse en lo que es… Un muerto – Dijo Ethan entre contenido y gracioso.

- Jajaja… Que gracioso brujito… -Respondió Aaron con vos filosa.

- Pero… él bebió de mí – dijo Nicole.

- Oye aún estoy aquí… No hablen como si no estuviera. Si Nic bebí de ti nena perooo no tomé ni la mitad de la sangre que necesitaba, si te desmayaste fue por el shock y el golpe en la cabeza… - Dijo Aaron despreocupado.

- Ummm… estoy entendiendo, ¡que fuerte! – Dijo Nicole emocionada.

- Y eso que no me has visto desnudo aún – Dijo Aaron con voz sedosa.

Fue el aún lo que le provocó a Nicole un escalofrio, lo pronuncio como una promesa.

- Bien pueden parar con eso antes de que vomite… Voy a hacer café… Georgina y yo iremos a buscar a Samantha en un rato a la parada -  Dijo Ethan.

- ¿Vas a vomitar? … ¿No me digas? Y ¿que se supone que estabas haciendo allá arriba con la pelirroja? … A mí me pareció mucho más intenso que mi conversación – Acusó Aaron.

- ¿Qué estabas haciendo qué? – Interrumpió Nicole disgustada.

- No hicimos nada… - Dijo Ethan reservado.

- Claro porque los interrumpió el celular… Porque si no… Nicole nena creo que seriamos Tios – Dijo Aaron Bromeando.

- Callate, escupió Nicole a Aaron… ¿Le dijiste a Georgina quien eres antes de ponerte intenso? – Preguntó Nicole entrecerrando los ojos.

- Yo… ya dije que no pasó nada – Dijo Ethan molesto.

Aaron resopló…

- Ok... basta, terminaremos esto luego… ¿Qué no íbamos a encontrarnos con Samantha en la tarde? – Pregunto Nicole cambiando el nono de su voz.

- Si… pero hubo un cambio de planes, al parecer tuvo una pelea con su novio y no tiene a donde más acudir, así que llamó para que fuéramos a buscarla – Respondió Ethan con voz neutra.

Aaron silvó… y Nicole lo miró con cara de pocos amigos.

- Yo quiero ir también – Dijo Samantha.

- Necesitamos que alguien se quede en casa con Andrew que está dormido ¿no pensaras que vamos a dejarlo solo con un vampiro, verdad? – Preguntó Ethan.

Nicole entrecerró sus ojos – ¿No le habrás dicho nada a Georgina verdad? –

- ¿No debo decírselo? – Preguntó Ethan cauteloso.

- No al menos que quieras que yo le diga sobre ti… - Amenazó Nicole.

- Ahhh ok… se acaban de conocer y ya van a empezar con los secretos… Buen comienzo Nicole, a lo mejor y ni siquiera será necesario, Georgina lo sentirá “incorrecto” aunque no sepa reconocer lo que es – Respondió Ethan finalmente dándole la espalda para dirigirse a la cocina.

Lisa estaba parada a un lado de las escaleras escuchando todo… pero estaban tan distraídos sacándose los trapos al sol que no la notaron. Así que subió hacia la que debía ser la habitación de Georgina, después de entrar realizó un hechizo simple de bloqueo de sonido para que Aaron no la escuchara y encontró lo que estaba buscando. Tomó el celular y marcó un número cruzando los dedos…

- ¿Angélica…? - Respondió la voz de un hombre que sonaba entre dormido y preocupado.

- Si soy yo… disculpa por no haberme comunicado, estoy bien… las cosas se pusieron algo locas como ya bien debes saber… - respondió apresurada Lisa.

- Siii ya sabes cómo es Meredith de histérica… Creo que lo que más le molesta dejando a un lado que la traicionaste es el hecho que de que tú la hayas dejado fuera de combate – Respondio gracioso el hombre.

- ¿Pero ella está bien no? – preguntó Lisa preocupada.

- Claro que lo está, solo con un agradable chichón… Sabes que la muy bruja es poderosa – dijo con una risa amortiguada.

- Y ¿mamá? … debe estar furiosa conmigo por lo que le hice a su chica – Dijo Lisa sonando triste.

- Si… bastante, ya sabes como son, y están que echan chispas porque no las has dejado encontrarte, ¿Cómo has logrado colocar barrearas tan fuertes? – preguntó curioso.

- Ethan me ha ayudado y bueno me escudo en el aura de una persona que es muy poderosa… - Dijo Lisa cautelosa sin saber cuánto podía decir por teléfono.

- Entiendo… pero tenemos que vernos, necesitaras ropa, dinero… No pienso dejarte así en la calle pequeña – Dijo el hombre sonando como un padre.

- Sebástian hermano… No sabes cuánto te lo agradezco – Dijo Lisa aliviada de que Sebastian no estuviera molesto con ella.

- Bien dime la dirección y si es necesario me quedaré contigo… No sé qué tan peligroso sea en lo que te estás metiendo pero no pienses que vas a estar sola, no voy a dejarte desprotegida – Dijo Sebastian.

- Me encantaría que estuvieses conmigo… Aquí está Aaron y sabes cuan nerviosa me pone… ¿Tienes lápiz y papel? – Preguntó Lisa.

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Media hora después de que Ethan bajara a preparar el café Georgina estaba lista para irse… Pero cuando bajó vio a Aaron, y eso si que era extraño veía su aura justo como veía la de Ethan y Lisa… Pero la de él era gris aunque con cierto color azúl eléctrico disperso aquí y allá.  

- ¿Que eres? - Preguntó Georgina segura de que no era normal.

Aaron se tensó… Estaba listo para un golpe de poder… no iba a poder defenderse, no siendo esta hechicera hermana de Nicole.

- Te lo explico luego Georgina… Vamos que estamos a tiempo – Dijo Ethan mientras la tomaba del brazo y se la llevaba, antes de cerrar la puerta volteó a ver a Nicole y ella lo miró como advirtiéndole… Ethan solo asintió antes de cerrar la puerta.

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Samantha entró en el café Viú y pidió una taza de té mientras esperaba, acababa de llegar y no quería ser ansiosa y llamar, prefería esperar a que fueran a buscarla. El teléfono empezó a repicar y ella se sobresaltó… Se quedó mirando la pantalla como una tonta mientras veía reflejado entre la intermitencia de la luz de la pantalla el nombre de Liam, esta era la tercera vez que llamaba y ella no contestaba.

- ¿Qué quieres Liam? – Preguntó Samantha cansada.

- bebe…. ¿Qué crees que estás haciendo? ¿A dónde has ido? ¿Por qué no me contestas? ¿No pensaste en lo preocupado que me tienes?– Empezó a gritar Liam.

- ¿Quién eres Liam… Solo respondeme eso? – Preguntó Samantha agitada.

Samantha solo escucho el silencio…

- Bebe… No es lo que crees, es solo que las cosas son diferentes, hay más allá afuera de lo que realmente ves, seres despreciables… y pues yo ayudo a limpiar la calle de “eso” – Respondío Liam escogiendo bien sus palabras.

- ¿Le has hecho daño a alguien? ¿Hace cuanto has estado en esto y mintiéndome? – Preguntó Samantha dolida.

Otra vez Samantha escuchó el silencio… Y no queriendole darle una oportunidad más para mentirle trancó.

Cuando Georgina y Ethan llegaron a la parada no había nadie…

- Samantha debe de estar en el café – Dijo Georgina saliendo del carro y poniéndose de puntillas para ver por los ventanales. Cuando entró supo instintivamente donde estaba su hermana… La chica tenía, el cabello marrón suelto a su alrededor despeinado eso la hizo pensar en cómo hubiese sido peinarle el cabello cuando eran pequeñas… la tres juntas, cuan diferente hubiera sido todo si no las hubieran separado, Samantha tenía la cara entre sus manos y Georgina notó que temblaba… Estaba llorando!

- Samantha... – Dijo Georgina, se sentó a su lado y la abrazó.

Samantha se tensó, levantó la mirada y quedó pasmada cuando vio el rostro de la chica… Era hermosa, se parecía a ella eso era cierto, tenían la misma nariz, los mismos pómulos y a lo mejor la misma boca, sus ojos eran en forma muy parecidos pero en el color había una perceptible diferencia, los ojos de ella eran del color de la miel mientras que los de ella eran de un marrón neutro, ni claro ni oscuro y su cabello era sublime, abundante ondulado y con un color marrón rojizo. Ademas su presencia era imponente, tenía una aura de poder si así se le llamaba a lo que sentía teniéndola alrededor.

- ¿Y tú eres Georgina o Nicole? – Preguntó Samantha mientras se limpiaba las lágrimas.

- Georgina… - Dijo sintiéndose a gusto, completa, feliz.

- Guao… ¿Te llevaste los buenos genes no? – Dijo Samantha tratando de sonar graciosa aunque aún tenía hipo por estar llorando.

- Jajaja… No digas eso Samantha… Tu eres presiosaaaa mira ese cabello largo, esos ojos marrones tan grandes y esa nariz que es propia de la aristocracia. Ademas aún no has visto a Nicole, ella también es hermosa y muy atractiva debo decir, con el cabello corto y negro, una pollina de infarto, los ojos oscuros… Tienes que verla – Dijo Georgina emocionada.

Samantha asintió y por primera vez se fijó en el chico que estaba al lado de Georgina. Y qué guapo y grande que era… Estaba ahí pero se mantuvo a raya por lo que ella sospechaba era para no incomodarlas en su primer encuentro.

- No pude traer el collar, lo lamento si era importante… Yo solo quería salir cuanto antes de esa casa, desde que conocí a su dueño me sentí rara como amenazada... Pero nunca pensé que Liam pudiera hacerme sentir la misma sensación – Se disculpó Samantha al borde del llanto.

- No, no hay problema… ¿Pero no crees que podamos recuperarlo? … Aunque espera ¿a que te refieres con amenazada? … ¿Quién es Liam? – Preguntó Georgina preocupada.

- Él es mi novio, o era... Ya no lo sé y tampoco sé si podamos recuperarlo, no si las cosas están tan mal como creo – Dijo Samantha frotándose las sienes.

- Por ahora vamos a dejarlo de lado, estas muy pálida y debes estar cansada… Ven vamos a casa – Dijo Georgina poniéndose de pie y extendiéndole la mano.

Samantha se sintió a salvo con Georgina… Tomó su mano y se levantó tomando su bolso.

- Ven aquí yo te ayudo – Dijo Ethan tomando el bolso de sus manos.

- Ohh Dios que grosera he sido… Samantha este es Ethan, ha estado ayudandonos, él sabe más de nosotras que nosotras mismas – dijo Georgina sonrojándose y terminó con una melodiosa y genuina sonrisa.

- Bien… Un placer – Dijo Samantha intimidada.

- Vamos a comprar algo para llevar a la casa – Dijo Georgina dirigiéndose a uno de los estantes.

- Georgina… está bien, pero apresurémonos – Dijo Ethan tenso.

- ¿Qué pasa Ethan? – preguntó Georgina deteniéndose con Samantha a su lado.

- No estoy seguro, pero me siento intranquilo… como si alguien estuviera observándonos – Dijo Ethan mirando alrededor disimuladamente.

- Concentrate, percibe… Mira a tú alrededor, pero no con los ojos… escanea con tu don, extiende tu mente por el lugar, no te detengas solo en el café, ve mucho más lejos – Dijo Ethan en su oído, con una voz suave e hipnotizante.

Samantha estaba tan cerca de Georgina que igual escuchó lo que Ethan dijo aunque pudo notar que él no estaba tratando de esconderlo de ella, él solo estaba tratando de ayudarla a concentrarse.

Georgina estiró su mano y alcanzó la de Samantha, luego se perdió en el sonido de la vos de Ethan y se relajó, ahí en medio de la cafetería, aún con todos pudiendo observar la extraña escena…

Y ahí fue cuando lo sintió… era algo ligeramente perturbador, como el olor de la sangre en donde hace un segundo ya no estaba.

- Lo siento… ¿es en nuestra contra? – preguntó Georgina nerviosa.

- ¿De qué hablan? – preguntó Samantha.

- Cazadores de hechiceros – dijo Ethan como escupiendo la frase.

Samantha se mordió el labio… Quería decir algo, quería decir que ese allá afuera podría ser Liam o peor aún Peter, pero no tuvo el valor… Georgina seguía apretándole la mano… Ahora  estaba más claro, las cosas tomaban sentido y Georgina era una pieza importante allí más no le importó, ella era su hermana y ya lo demás sobraba.

Se montaron en el automóvil disimulando que no estaban siendo observados. Estando en camino no fue difícil saber cuál era el carro que los seguía… Ethan estaba manejando con rapidez tratando de perderlos, Georgina estaba de copiloto y observó como los labios de Ethan se movían como si estuviese hablando pero pronto la voz se alzó más alto… era una especie de hechizo, en otro idioma, Georgina no debía entenderlo, pero lo hizo y supo que era un conjuro para crear ilusiones…

Ethan estaba concentrándose… era un conjuro muy difícil, más con un objeto tan grande en movimiento y con personas dentro. Se sorprendió cuando escuchó a Georgina ayudando con el conjuro, ella estaba recitando junto a él… No sabía como ella podía estar a ese nivel pero lo estaba y lo demás eran solo tonterías.

Samantha estaba asustada… Ethan y Georgina estaban diciendo palabras que no entendía en voz alta  una y otra vez, su cabello comenzó a erizarse, y su corazón se aceleró, pero se encontró sintiéndose comoda… como si estuviera en su elemento, como si esa interacción fuese su verdadera naturaleza.

Y después de lo que pareció apenas unos segundos los canticos pararon, bajaron la velocidad y todo comenzó a sentirse normal, pero Samantha sabía en su interior que fue una carrera y un tiempo muy difícil para su hermana y Ethan…

Estaban entrando en una calle de lo que parecía ser un conjunto residencial. En eso momento varias cosas sucedieron…

- ¿Andrew? – Susurró Georgina mientras veía frunciendo el ceño a un niño una calle más adelante parado en medio de la calle y otro carro dirigiéndose directo hacia él.

- Mierda… ¿Qué rayos está haciendo en medio de la calle? – Dijo Ethan frenando de golpe en el instante en que Georgina bajaba del auto y empezaba a correr hacia el chico que no parecía inmutarse aunque otra chica salía de una enorme casa y gritaba su nombre corriendo hacia él al igual que Georgina.

Cuando el carro casi lo impacta un hombre apareció de la nada y quitó al niño tan rápido de la calle que no fue más que un borrón…

Fin del capítulo.